New Bipartisanship Over Haiti is Promising
The sudden U.S. presidential unity on Haiti is promising, because Haiti has long been the subject of bitter partisan bickering in Washington.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso terminar el Estatus de Protección Temporal (TPS) creado en 1990 para proteger a inmigrantes de países que sufrían guerra o desastres naturales como El Salvador, Haití, Sudan y Nicaragua. Sin embargo, el pasado miércoles 4 de octubre, un juez federal de California bloqueó temporalmente el término del TPS. El Director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Dialogo Interamericano, Manuel Orozco, comentó para CNN acerca del tema.
“Realmente es una suspensión. En este momento lo que significa es que las cortes federales lo que han hecho es pedirle, exigirle al gobierno que vuelva a revisar su decisión sobre la suspensión del TPS. Es un alivio temporal que manda esto a un pleito federal. Es posible que esta decisión del juez termine planteando que hubo una decisión basada en una discrecionalidad bastante arbitraria que tiene hasta connotaciones raciales. En el largo plazo yo creo que desafortunadamente no va a haber mucho resultado positivo para aquellos que están bajo el TPS porque si esto pasa a la Suprema Corte, el voto puede estar politizado y puede pasar a afirmar la decisión del gobierno de Estados Unidos de suspender el TPS.”
“Lo contencioso y lo polarizado que está el tema migratorio va a definitivamente traer el debate en el congreso el próximo año; no hay duda que eso va a incluir la discusión de la renovación del estatus del TPS, o incluso hasta la legislación de formalizar su estatus legal como residentes.”
The sudden U.S. presidential unity on Haiti is promising, because Haiti has long been the subject of bitter partisan bickering in Washington.
The worldwide outpouring of support for Haitians from governments and ordinary citizens has been extraordinary. But this heroic phase of the emergency response is drawing to a close.
After a 7.0 magnitude earthquake struck Haiti, the aftershock reached China in ways that few anticipated.The earthquake forced Chinese leaders to navigate the tricky politics of disaster relief.