Prólogo de Informe 2022: Situación del derecho a la libertad de expresión e información en Venezuela

Photo of cell tower in Maracaibo crl_ / Flickr / CC BY-NC-ND 2.0

Las noticias que circulan fuera de Venezuela sugieren una falsa normalización de la situación en el país. La reanudación de relaciones entre autoridades venezolanas con diferentes gobiernos, junto con la dolarización de la economía, han generado una percepción de que muchos de los problemas que se venían relatando ya no son tales. Hoy en Caracas hay visitas de diplomáticos de distintos gobiernos, nuevos embajadores, y se puede acceder a alimentos y medicamentos que hace años escaseaban, a productos importados de primera línea, a comprar y manejar vehículos carísimos y a comer en excelentes restaurantes.

Lo cierto es que la realidad venezolana dista mucho de ser normal. No debemos confundir falta de atención o visibilidad, o simplemente cansancio de leer o escuchar lo mismo, con normalización. En el país, aún persisten tres crisis simultáneas, aunque no sean más portada de los diarios internacionales.

Este informe de Espacio Público es un excelente reflejo de la primera de ellas: la arremetida contra personas opositoras y críticos, que incluye no solo a políticos, sino a aquellos que se atreven a alzar la voz para dar visibilidad a lo que realmente ocurre en el país. Se trata hoy en día de una represión más selectiva, diferente a los abusos generalizados que se vieron en las calles durante las represiones del 2014 o 2017.

Como verán en este informe, en el último tiempo se han dado detenciones arbitrarias de periodistas y comunicadores, un cierre masivo de radios, fallas en el servicio de internet que limitan el acceso a la información, impedimentos en la cobertura de noticias, intimidación por parte de los servicios de seguridad, y limitaciones en el acceso a la información, entre otras medidas represivas.

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