La propaganda Ortega-Murillista del “buen gobierno” contrasta con la realidad que agobia a los nicaragüenses. El régimen prioriza el gasto e inversión en carreteras a costa de la inversión social, en momentos en que el país se encuentra en una situación desesperante por la precariedad de su capital humano.
Nayib Bukele, el “amigo y hermano” como se refiere la dictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, ahora ya es oficialmente candidato presidencial (aunque inconstitucionalmente) para reelegirse. Y va promocionando su candidatura con el mantra de haber logrado un gran cambio en su tierra salvatrucha, eliminando la violencia.
El nombramiento del nuevo presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) es de vital importancia para la democracia y el desarrollo de la región. Quien sea electo y asuma el timón de esta entidad tiene que responder a la misión para la que fue creada, a los compromisos que ha adquirido y a la soberanía del pueblo centroamericano, no a los intereses de los líderes populistas de turno. De otra forma continuará la complicidad contra la democracia y la fidelidad de ser el Banco de los dictadores.
Despite receiving a minority of political support, the balance of power is in favor of the regime who dominates the repressive apparatus and possesses economic resources to maintain control and seek a dynastic succession. The magnitude of repression, as well as the noise of various international conflicts, render international mobilization difficult. However, the international community must confer greater importance to the Nicaraguan crisis in the global agenda.