La democracia asediada: La región ante la popularidad de Bukele

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CESCOS

En El Salvador, el gobierno de Nayib Bukele ha planteado un gran desafío para la democracia en la región. Sus políticas de seguridad, que han contribuido a la disminución de índices sobre inseguridad, han sido posibles debido a medidas previas de consolidación de poder y han llevado a la comisión de graves abusos. También explican la enorme popularidad del presidente salvadoreño. Esto plantea la urgente necesidad de promover alternativas democráticas en la búsqueda de soluciones efectivas para abordar la inseguridad en la región. 

El Diálogo Interamericano, junto con CESCOS (Center for the Study of Contemporary Open Societies) y la Universidad ORT en Uruguay, organizó un evento con el fin de analizar la popularidad del Presidente Bukele a pesar de las denuncias de abusos cometidos en el contexto del estado de excepción adoptado en el país, el impacto de las políticas de seguridad punitivistas en el Estado de derecho, los intentos de exportar el modelo de Bukele a la región, así como posibles estrategias para contrarrestar las políticas de seguridad abusivas.  

Tamara Taraciuk Broner, directora del Programa sobre Estado de Derecho del Diálogo, analizó el contexto democrático en la región, la situación actual en El Salvador y los desafíos planteados por los resultados positivos en materia de seguridad del gobierno de Bukele. Destacó que en la región existen tres categorías de gobiernos: dictaduras, gobiernos autoritarios surgidos de elecciones democráticas y democracias fragmentadas o débiles. Luego, detalló cómo Bukele consolidó su poder y control sobre las instituciones democráticas y comparó al gobierno de Bukele con el del expresidente Hugo Chávez en Venezuela, sosteniendo que Bukele logró el mismo nivel de concentración de poder que Chávez en un período mucho más corto. A pesar de controversias y abusos, Bukele mantiene su enorme popularidad debido a los resultados en reducción de la violencia y a su efectiva estrategia de comunicación. Taraciuk Broner subrayó la importancia de buscar soluciones democráticas de largo plazo en lugar de enfocarse exclusivamente en opciones punitivas cortoplacistas. 

Nicolás Saldías, analista de la Economist Intelligence Unit, abordó la relación entre el gobierno de Bukele y la democracia. Resaltó que, según los datos del Latinobarómetro, la satisfacción democrática en El Salvador es alta, lo que sugiere una paradoja en la que, a pesar de la debilidad institucional, Bukele cuenta con un alto respaldo popular. Asimismo, recordó el contexto previo al ascenso de Bukele, enfatizando que su llegada al poder no fue súbita, sino que representó un quiebre en el sistema político salvadoreño. Argumentó que no se trata solo de una crisis democrática, sino de un deterioro de los partidos políticos en América Latina. Se refirió, por ejemplo, al paralelo con Javier Milei en Argentina, donde se ve una crisis de la partidocracia, y con el expresidente Donald Trump, quien cooptó un partido existente. Saldías también analizó el papel de las redes sociales en la política actual y resaltó la enorme cantidad de seguidores que tiene el Presidente Bukele. Advirtió, a su vez, sobre la creciente tendencia autoritaria en el gobierno de Bukele, que, según sostuvo, genera interrogantes sobre el futuro de la democracia en la región. 

Durante el período de preguntas y respuestas, los participantes de la mesa redonda dialogaron sobre el papel de la prensa libre, la crisis de la democracia liberal que no responde a las necesidades de la población en América Latina, el auge de “outsiders” en la región y la vinculación de políticos con grupos criminales, entre otros asuntos. 

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