Desafíos para el acceso a la electricidad en Colombia

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Proveer energía limpia de manera confiable a la creciente población colombiana será un gran reto en los años venideros, de acuerdo a los ponentes que participaron en la mesa de discusión del Diálogo Interamericano en Bogotá. La implementación de los acuerdos de paz presenta retos adicionales en tanto que el gobierno busca proveer acceso a la electricidad a comunidades en áreas remotas que previamente fueron controladas por las FARC.

La demanda de electricidad en Colombia incrementará en los próximos años. La generación aumentará en un 50% a 100.000 gigavatios por hora (GWh) en 2030 frente a los 70.000 GWh actuales, según Carlos García, subdirector de demanda de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) del gobierno colombiano. Si Colombia consolida el uso generalizado de vehículos eléctricos – el principal camino para eliminar las emisiones energéticas del carbono – las proyecciones de demanda para 2030 alcanzará la enorme cantidad de 170,000 GWh.

Las represas hidroeléctricas de gran escala representan la más asequible, limpia y fiable fuente de electricidad que puede cumplir con la creciente demanda, de acuerdo a Luis Fernando Rico, gerente general de ISAGEN, una de las empresas colombianas más grandes de generación de energía eléctrica. Rico reconoce los costos sociales y ambientales de construir represas hidroeléctricas de gran escala, los cuales  incluyen el desplazamiento de comunidades y grandes cambios en el medio ambiente local, pero cree que con compensaciones y medidas de mitigación adecuadas, expandir estos proyectos finalmente tendría un efecto positivo para Colombia. La energía hidroeléctrica es particularmente importante al proveer electricidad con bajos niveles de carbono porque es una fuente estable de energía y a la vez una fuente de almacenamiento de energía que facilita el uso de energías renovables intermitentes como la solar o eólica.       

La viceministra de energía Rutty Ortiz, a su vez, recalcó que Colombia necesita diversificar sus fuentes de energía, no únicamente en el sector energético sino también en el sector del transporte. Ella resaltó el incremento del uso del gas natural no sólo para la generación de energía sino también en el transporte y la calefacción, así como la expansión de fuentes de energía renovables no hidroeléctricas, como la energía solar y eólica. Actualmente el país tiene 56 nuevos proyectos de energía solar y eólica en desarrollo.

Mejorar la eficiencia energética también podría permitir a Colombia dar un salto adelante para satisfacer la creciente demanda. El país pierde 15 mil millones de pesos por año debido al uso ineficiente de la energía, de acuerdo con cifras de la UPME. Esto aumenta los costos para los consumidores y los inversionistas.

Uno de los grandes desafíos a la hora de expandir la generación de la electricidad es la relación con las comunidades locales donde los proyectos serán construidos o, en otros términos, la "licencia social para operar," según varios ponentes y participantes. César Rey, director técnico de la Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Medio Ambiente hizo énfasis en la importancia del diálogo con las comunidades locales y la incorporación de medidas de mitigación y adaptación frente al cambio climático dentro de los planes de implementación de los acuerdos de paz. Muchos expertos creen que los conflictos sociales alrededor de grandes proyectos de infraestructura pueden incrementarse en zonas de conflicto previo que antes estaban controladas por grupos armados con poca presencia del Estado. Incrementar la presencia estatal en estas áreas e incluirlas bajo el control del gobierno nacional representan quizás el más grande desafío en la implementación de los acuerdos de paz.

En un ejemplo de cómo las zonas de conflicto han sido apartadas del resto del país, las regiones de Colombia que no tienen acceso a la electricidad se sobreponen casi de forma idéntica con las zonas previas de conflicto, aunque Colombia tenga una tasa de electrificación del 98%. El gobierno explícitamente acordó proveer servicios básicos como acceso a electricidad y agua en el marco de los acuerdos de paz. El objetivo del Ministerio de Minas y Energía es alcanzar el 100% de  electrificación, dijo Ortiz, lo que requerirá un incremento en las consultas con comunidades locales para identificar problemas y necesidades de las comunidades y la solución energética más viable en cada área.

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