Ocho lecciones sobre cómo cerrar las brechas de género en STEM en América Latina

˙ PREAL Blog

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El mes Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es una oportunidad no solamente para reflexionar sobre el estado de su participación en el estudio de áreas científicas, sino para promover una concientización social sobre la importancia de lograr la igualdad en el acceso de la mujer al trabajo decente en una industria de enorme demanda en el mundo actual.  

Según las Naciones Unidas, las mujeres solo representan el 28 por ciento de los graduados en ingeniería y el 40 por ciento de los profesionales en informática y computación, la mayoría de los campos que impulsan la Cuarta Revolución Industrial. En campos de vanguardia, como la inteligencia artificial, solo uno de cada cinco profesionales  es una mujer. Además, como ha resaltado el Informe de Habilidades 2022 de Coursera, aunque las tasas de matriculación de mujeres en cursos STEM en América Latina han aumentado desde 2019, las mismas siguen sobrerrepresentadas en competencias humanas (“psicología de negocios” o “gestión humana”). Al mismo tiempo las áreas con menor representación femenina justo coinciden con habilidades tecnológicas emergentes (“sistemas operativos” o “machine learning”) en alta demanda, con un alto potencial de retorno laboral y menor riesgo de automatización.  

La pandemia también magnificó las brechas que ya existían dentro de los grupos más vulnerables, sobre todo en zonas rurales y urbano-marginales. En este contexto,  las mujeres jóvenes fueron unos de los grupos poblacionales más afectados por la caída en la demanda de los mercados laborales. La tasa de participación femenina en América Latina y el Caribe en 2020 fue del 47 por ciento, y presentó un descenso sin precedentes de cinco puntos porcentuales respecto al 2019. Esto significó un retroceso muy importante en la participación laboral femenina que había aumentado paulatinamente desde un 41 por ciento a inicios de los noventa, a 52,3 por ciento en 2019.

Aunque las brechas de género en STEM sigan siendo significativas, la pandemia también ha puesto en evidencia el poder que tienen las tecnologías para lograr una mayor democratización de oportunidades. La emergencia se ha convertido en un catalizador de innovaciones, sirviendo como un experimento a gran escala en las transformaciones de las prácticas educativas. Por ejemplo, del 2020 al 2021, la matrícula de mujeres en Coursera aumentó significativamente: acelerando una tendencia y convirtiendo a América Latina en la región con el mayor porcentaje de aprendices en esta plataforma sin un título universitario (46 por ciento). A través del aprendizaje en línea, más mujeres pueden tener acceso al desarrollo de nuevas habilidades y conocimientos, que repercuten directamente en su desarrollo personal, económico y social a largo plazo.  

Dados los esfuerzos multisectoriales en la recuperación de aprendizajes en la postpandemia y el interés de gobiernos regionales en la promoción de una economía basada en el conocimiento que responda a la necesidad de transformar los estilos de desarrollo con igualdad, sostenibilidad y autonomía para las mujeres, el sector de STEM se convierte en un mercado muy atractivo para la inserción de nuevos perfiles profesionales y para el desarrollo de carreras. Esta industria puede considerarse como una puerta de entrada a nuevas oportunidades laborales, que se apalancan del trabajo remoto y flexible, el fortalecimiento de habilidades gracias al aprendizaje en línea y de comunidades digitales trasnacionales.  

Para explorar estos desafíos y los modelos a seguir para responder a ellos, desde el Diálogo Interamericano dimos comienzo al nuevo año con un webinar sobre El futuro de las mujeres en STEM – Retos y oportunidades en LAC organizado junto con Coursera. Contamos con la participación de referentes regionales como Kira Gidrón (directora general de Lumni),  Mariana Costa (directora general y cofundadora de Laboratoria), Nicole Amaral (Líder de Transformación de Habilidades para América Latina y el Caribe de Coursera), y Genaro Hurtado (director general de Brivé Soluciones). Gracias a las reflexiones compartidas, se presentan a continuación 8 recomendaciones. Consideramos que estas contribuciones al debate público son un esfuerzo colectivo, para que a través del trabajo por la disminución de las brechas de género se potencialice el futuro de las mujeres en la región. 

Educación pre-terciaria: El enfoque equivocado en esta etapa del proceso educativo puede enajenar y causar falta de autoconfianza en las mujeres. Es importante invertir en una educación integral que elimine los prejuicios y estereotipos que incorpora el modelo tradicional, y que derrumbe las creencias que acompañan los roles de género. 

1. La desinformación y la cultura del hogar pueden ser factores limitantes desde el desarrollo inicial. Las prácticas de crianza que tradicionalmente han recibido las niñas están condicionadas e inmersas en una cultura de estereotipos reproducidos por sus padres o cuidadores. Esto afecta directamente sus propias expectativas y proyectos de vida, por lo que el trabajo con las familias y cuidadores es imperativo. Un ejemplo de esto es que el 38,5 por ciento de los de anuncios de juguetes reproducen en las niñas arquetipos femeninos de belleza o de cuidadora, madre y esposa (Instituto de la Mujer, 2020). 

2. Por medio de políticas educativas se pueden orientar e implementar cambios culturales que enfrenten los estereotipos de género en instituciones educativas, junto con familias y cuidadores. En este marco, los proyectos de sensibilización y concientización sobre los roles, las iniciativas de valorización de estudios STEM, y el fortalecimiento de las habilidades socioemocionales de los docentes y sus estudiantes con una perspectiva de género aportan a esta transformación cultural. Por ejemplo, el programa NiñaSTEM Pueden, una colaboración entre la Secretaría de Educación Pública (SEDU) del Estado de Coahuila (México) y la OCDE, estableció una iniciativa de preparación, mentoría y liderazgo STEM para niñas en diferentes ciclos educativos. El programa presentó innovadoras áreas de estudios y carreras a las niñas contribuyendo para una resignificación de los roles de género al compartir nuevos caminos en STEM para las niñas. 

Educación terciaria: Existe una creencia sobre la división del trabajo entre hombres y mujeres, que reproduce la idea de que hay carreras más femeninas que otras. Esta preconcepción social aleja a las mujeres de los puestos de prestigio y responsabilidad que pueden llegar a alcanzar en sectores de tecnología. De igual manera, afectan su presencia en las esferas más altas, de decisión, en puestos de liderazgo en el mundo académico, la investigación u otras actividades relacionadas con STEM. 

3. La representación de las mujeres en cada etapa de su trayectoria es clave: tener modelos a seguir y visibilizar su trayectoria es un factor crítico para su éxito en STEM. De acuerdo con la Corporación Financiera Internacional, las mujeres son más propensas a matricularse en cursos que cuenten por lo menos con una instructora y los evaluan con una calificación más alta.

4. Las redes de apoyo entre mujeres contribuyen al éxito y la permanencia de las mujeres en educación STEM, fortalecen lazos de sororidad, a través del soporte, intercambio de recursos, conocimiento, oportunidades y cooperación entre ellas, entendiendo sus necesidades desde la empatía y abordándolas de manera integral. Ejemplos de ello son las docentes e instructoras de programas promovidos por Laboratoria, así como redes regionales y globales como Geek Girls Latam, y Women Who Code. 

Por último, el entorno laboral tiene que ser explícito y afirmativo en su apoyo a las mujeres, ofreciendo incentivos y redes en todos los procesos – desde el reclutamiento hasta la promoción.  

5. Las empresas del sector digital deben velar intencionadamente por crear culturas de trabajo que promuevan y valoren la diversidad, la inclusión y la equidad, por medio del seguimiento de metas e indicadores de género que les permitan medir su progreso. Un ejemplo de esto es la estrategia Getting to Equal de Accenture que busca la igualdad y paridad, en escenarios como las juntas directivas femeninas, las unidades de negocio (marketing, ventas, desarrollo), las nuevas contrataciones y promociones, entre otros. 

6. Se necesita hacer explícito el apoyo a las mujeres en la publicación de oportunidades laborales. El uso de lenguaje inclusivo es una herramienta afirmativa y eficaz para evitar la autoexclusión de ellas al momento de aplicar. Por ejemplo, la iniciativa de reclutamiento y selección de Orange S.A. incluye desglose por género de las candidaturas y obligatoriedad de candidaturas femeninas. 

7. La articulación entre el sector público y la sociedad civil es crucial para disminuir los impactos de la economía del cuidado en la formación, colocación, permanencia y promoción laboral de las mujeres. Ejemplo de esto es el Sistema Distrital de Cuidado que tiene la ciudad de Bogotá, que tiene por objetivos reconocer el trabajo de cuidado a las personas que lo realizan; redistribuirlo entre hombres y mujeres, y reducir los tiempos de trabajo de cuidado no remunerado, ofreciendo la posibilidad de desarrollar capacidades o acceder a formación. 

8. El desarrollo de programas enfocados en la promoción del liderazgo femenino en diferentes áreas de STEM permiten romper los techos de cristal en este sector. Ejemplos de iniciativas incluyen las de Women Will de Google y Women in Science (WiSci) de Girl Up e Intel.