Docentes: Factor fundamental para el aprendizaje

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El pasado 30 de julio, la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe (OREALC-UNESCO Santiago) presentó la segunda entrega de resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE). Administrado en 2013 a estudiantes de 15 países de la región más el estado mexicano de Nuevo León, TERCE evaluó el desempeño escolar en tercer y sexto grado de primaria en matemática y lenguaje (lectura y escritura), y en sexto grado en ciencias naturales.

Esta segunda entrega de resultados se divide en dos informes: logros de aprendizaje por niveles de desempeño y factores asociados que inciden en el aprendizaje de los alumnos. En otras palabras, se enfoca en lo que los alumnos saben y son capaces de hacer y en los contextos que afectan el aprendizaje en cada una de las áreas evaluadas. El informe sobre los factores asociados a los niveles de logro analiza el efecto que tienen sobre el aprendizaje: (a) las características de los estudiantes y sus familias, (b) las características del docente, las prácticas pedagógicas y los recursos del aula, y (c) las características de la escuela.

Profundizando en este segundo informe, resumimos cinco de los factores que más inciden en el aprendizaje de los niños y jóvenes, y analizamos el rol transversal fundamental que juegan los docentes en cada una de estas áreas. Los docentes son la base de un sistema educativo de calidad. Por lo tanto, es importante formular políticas que los ayuden a desarrollar ambientes conducentes al buen aprendizaje.

1. Políticas docentes para reducir la desigualdad

Según el informe, entre 14 y 68% de las desigualdades de logro se debe a diferencias entre escuelas. La mayor parte de estas brechas se explican por las diferencias de nivel socioeconómico de los alumnos. El informe recomienda establecer políticas y prácticas que promuevan la igualdad entre alumnos de distinto nivel socioeconómico,  la equidad de género y origen étnico, el acceso a la escuela, y la atención a estudiantes vulnerables. El patrón observado en TERCE muestra, por ejemplo, que las niñas se desempeñan mejor en lectura y los niños en matemática y ciencia, mientras que los estudiantes indígenas y los más vulnerables tienen logros de aprendizaje consistentemente más bajos. Los docentes deben cumplir un rol nivelador al organizar sus salones de clase y asignar labores de liderazgo estudiantil desde una perspectiva integradora que sobrepase los estereotipos. También deben fomentar la inclusión de la diversidad cultural y lingüística. Para lograrlo, los docentes deben recibir formación inicial y continua en temas de inclusión social que los orienten al momento de ejercer sus funciones. Asimismo, dada la concentración geográfica de estudiantes en situación de pobreza, los sistemas educativos deben diseñar mecanismos que  ayuden a atraer y retener a docentes efectivos a zonas vulnerables. Trabajos recientes de UNESCO, BID, UNICEF, OEI y el Diálogo Interamericano han abordado el tema de la desigualdad y la docencia, con datos relevantes para la construcción de políticas.

2. Los docentes pueden ayudar a prevenir la repetición

El informe afirma que, después del índice de nivel socioeconómico del estudiante, la repetición escolar es la variable que más se asocia con el aprendizaje. Un estudiante que ha repetido un grado obtiene entre 15 y 74 puntos menos que un estudiante que nunca ha repetido, posiblemente porque la repetición trae consigo problemas de estigmatización y baja motivación que obstaculizan el desempeño. El informe sugiere que se deben buscar alternativas a la repetición y que se deben diseñar e implementar mecanismos para evitarla. Un entrenamiento docente de calidad puede ayudar a detectar y apoyar a los alumnos con rezagos. Por ejemplo, los docentes deben saber utilizar los resultados de evaluaciones para identificar a aquellos alumnos que necesitan mayor atención, y diversificar sus métodos de enseñanza de forma que satisfagan las necesidades de aprendizaje de todos los alumnos, especialmente aquellos en peligro de repetir. Otras medidas preventivas incluyen períodos de instrucción acelerada dentro de la jornada escolar y sesiones de enriquecimiento y tutoría después de clase o entre ciclos escolares. (Jimmerson, Pletcher y Kerr, 2005).

3. Docentes entrenados específicamente en educación preescolar

La asistencia a educación preescolar es uno de los factores que más incide en el logro académico de los alumnos, puesto a que el estímulo socio-cognitivo temprano impulsa el desarrollo a lo largo de la vida. Aquellos alumnos que asistieron a preescolar entre los 4 y 6 años obtienen entre 9 y 30 puntos más que aquellos que no lo hicieron. En promedio, solamente un tercio de los estudiantes que participaron en TERCE asistieron a preescolar, lo que sugiere que se debe priorizar la ampliación de la cobertura a este nivel. Si bien ya varios países han logrado aumentar significativamente la asistencia a preescolar (ver Oviedo, Fiszbein y Sucre, 2015), el informe alerta que el aumento en cobertura no es suficiente si no se asegura un servicio de calidad. Empezando con la enseñanza, se debe consolidar una política de formación de educadores de preescolar que produzca docentes efectivos. Se deben diseñar e implementar sistemas rigurosos de entrada a la docencia e incentivos salariales basados en desempeño, así como acreditar y evaluar a las entidades formativas y actualizar las metodologías de enseñanza inicial siguiendo las mejores prácticas internacionales.

4. La asistencia y puntualidad docente y el uso efectivo del tiempo de clase tienen alta incidencia en el logro escolar

Según el informe, el uso del tiempo para la enseñanza es uno de los factores relativos a la docencia que más incide en los aprendizajes (ver también Bruns y Luque, 2014). La ausencia y falta de puntualidad del docente significa que los estudiantes tienen menos horas de actividades encaminadas al aprendizaje, lo que afecta negativamente el desempeño. De hecho, al mejorar en un punto el índice de asistencia y puntualidad del docente, el rendimiento promedio de los estudiantes aumenta entre 6 y 34 puntos, después de considerar el nivel socioeconómico del estudiante y de la escuela. Varios países, como Guatemala, han empezado a implementar iniciativas ciudadanas de monitoreo de cumplimiento de días de clase, incluyendo la participación de docentes y directores.

5. El uso guiado de recursos educativos influye positivamente en el aprendizaje

El informe muestra una relación negativa entre el uso del computador dentro del ámbito escolar y los niveles de aprendizaje, si bien se aprecian algunas excepciones dependientes del contexto y frecuencia de uso. Sin embargo, un análisis del BID reveló que los programas de uso guiado de tecnologías, aquéllos que proporcionan una orientación clara sobre la frecuencia y el tipo de uso esperado, incrementan el rendimiento académico hasta cuatro veces más que los que no guían el uso. De hecho, comparados con los efectos de otras intervenciones educativas, la tecnología de uso guiado fue la más efectiva en elevar el rendimiento académico entre diez programas considerados. Los sistemas educativos deben formar a los docentes en el uso efectivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) para que puedan implementar programas de uso guiado exitosamente (ver Swig, 2015).

Con base en la evidencia sobre los factores que afectan el desempeño de los alumnos, es claro que los docentes pueden ser un recurso invaluable para mejorar los niveles de aprendizaje en América Latina. Las políticas públicas deben diseñar nuevas estrategias de formación y desarrollo profesional docente que fortalezcan las prácticas pedagógicas y didácticas en todos los grados y disciplinas.

 

Federico Sucre es Asistente del Programa de Educación del Diálogo Interamericano. Puedes seguirlo en Twitter @fedesucre

María Oviedo es estudiante de la Universidad de Notre Dame y está haciendo una pasantía en el Programa de Educación del Diálogo Interamericano. 


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