Pistas para mejorar la educación en Argentina

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Con motivo de la publicación de un informe sobre la baja calidad educativa en Argentina, Ariel Fiszbein (director del programa de educación del Inter-American Dialogue) entrevistó a Manuel A. Alvarez Trongé (Presidente del Proyecto Educar 2050) y Alejandro J. Ganimian (autor del informe).

AF: El Proyecto Educar 2050 ha recientemente publicado un informe llamado Pistas para mejorar.  En pocas palabras, que análisis hicieron y que encontraron?

AJG: El análisis le da seguimiento a nuestro primer informe, No logramos mejorar, que resume el desempeño de la Argentina en el Programa Internacional para la Evaluación de los Alumnos (PISA, porsus siglas en inglés) del 2012. Pistas para mejorar se pregunta «¿qué hicieron los países, escuelas y estudiantes con mejor desempeño en PISA 2012?» Este análisis llevó a explorar, primero, cómo se comparan ciertos insumos y procesos claves en Argentina con elresto de los países participantes en PISA, y segundo, cómo serelacionan estos insumos y procesos con el desempeño en PISA.

Encontramos que Argentina es bien diferente al resto de los países participantes en PISA en varios aspectos claves, incluyendo: sus salarios docentes están entre los más bajos, su año escolar es más corto, tiene más alumnos por clase, varias de sus escuelas tienen problemas de infraestructura o recursos educativos, evalúa menos y usa menos los resultados de las evaluaciones, tiene altos índices de ausentismo estudiantil y docente, sus escuelas privadas se desempeñan mejor que las públicas, se enseña poca matemática formal y aplicada, y los jóvenes dedican una parte importante de su tiempo fuera de la escuela a reforzar lo que deberían aprender en la escuela.

AF: Cuáles son los resultados que más los sorprendieron?

MAT: Son preocupantes los datos de ausentismo. Que Argentina tenga el triste récord de ser el país de mayor ausentismo de alumnos de todos los que participan en PISA es muy triste. Son registros que impactan por la confluencia de responsables: allí esta la familia, los alumnos, la escuela, los docentes y el estado nacional y provincial. Si a este dato le sumamos el alto ausentismo docente que el Informe también refiere y el no cumplimiento al calendario escolar mínimo (que en Argentina es de solo 900 horas y se ve afectado por huelgas, feriados y horas libres)  la información es alarmante.

AF: En el estudio encontraron que los salarios docentes son bajos en Argentina con respecto a los otros países que participan en PISA.  Qué opinan sobre la idea de condicionar los aumentos salariales a mejores resultados de aprendizaje de los alumnos?

MAT: Dos reflexiones previas. Es claro que si todos reconocemos que la tarea de los docentes es fundamental para el futuro del país, siendo coherentes con esta postura debemos reconocer que dicha tarea, repito, critica para el desarrollo de la Argentina del mañana, debe estar bien remunerada. Así mismo, es de absoluta lógica que el maestro que trabaja y cumple acabadamente con su función no tenga la misma retribución que el que no lo hace (en tal sentido el análisis del ausentismo docente en el país es uno de los primeros tema que deben encararse con rigurosidad y de manera urgente).

Ahora bien, respecto a la pregunta concreta del condicionamiento de aumentos salariales a mejores resultados de aprendizaje lo primero que hay que señalar es la importancia de la medición seria y continua de lo que los alumnos aprenden.  Educar supone dos verbos: enseñar y aprender. Si falta el aprendizaje falta educación.  Si pretendemos calidad educativa es razonable exigir e incentivar a los maestros y a las escuelas con determinadas políticas educativas. Muchas veces las becas premian a los mejores alumnos por sus resultados, pues es lógico entonces que existan premios salariales por los buenos resultados de aprendizaje que logran los maestros. Pero en este caso es importante que estos incentivos se den en un marco de una serie de otras medidas que apuntalen este objetivo y no como medida unilateral.  Las experiencias de Chile y México son interesantes en este sentido así como la de Brasil y sus metas educativas.

AF: En el estudio encontraron que las escuelas privadas tienen mejor rendimiento, aun para estudiantes con el mismo perfil socio-económico. Qué explicación tienen?  Debería Argentina considerar usar vouchers?

AJG: Como aclaramos en el informe, si bien PISA sirve para decirnos si a las escuelas públicas o privadas les va mejor, no sirve para decirnos por qué. Para evaluar relaciones de causa-efecto, necesitamos evaluaciones rigurosas de impacto en nuestro contexto–de las cuales hay muy pocas en Argentina. PISA no es un substituto, sino un complemento a este tipo de evidencia causal.

Vale la pena también resaltar que Argentina tiene la segunda matrícula más alta en escuelas privadas subvencionadas en América Latina después de Chile (en Argentina, uno de cada cuatro estudiantes de 15 años asisten a estas escuelas; en Chile, 1 de cada 2). A diferencia de Chile, la importancia del sector privado subvencionado en Argentina no fue producto de un sistema de vouchers. En cambio, la oferta se expandió décadas atrás debido a una decisión deliberada del estado de subvencionar a escuelas privadas en áreas en las que el sistema público no llegaba. Pero además, la demanda se expandió más recientemente debido a un éxodo de las familias del sector público (aún aquellas de los menores quintiles de ingreso).

Para decidir si Argentina debería subvencionar (la demanda u oferta de) escuelas privadas, sugeriría referirse a la evidencia más rigurosa. En un reciente documento de trabajo de PREAL con Richard Murnane, resumimos los hallazgos de los estudios causales sobre el efecto de subvenciones a escuelas privadas. Encontramos que los programas de vouchers universales (como el de Chile), llevan a una mayor segregación en el sistema sin mejorar el aprendizaje promedio de los alumnos. Por otro lado, hallamos que aquellos experimentos de vouchers que se limitan sólo a los estudiantes más pobres (como uno en Colombia y otro en India) tuvieron mayor éxito, aunque su efecto en el aprendizaje ha sido mixto. Por último, los hallazgos de las subvenciones directas a escuelas privadas aumentaron la matrícula en Pakistán, pero no se ha medido su impacto en el desempeño estudiantil. Por lo tanto, no es claro que el aprendizaje de los estudiantes argentinos mejoraría si se adopta un sistema de vouchers.

AF: Si, a partir de este estudio, tuviesen que elegir dos factores para traccionar la mejorar educativa en Argentina, cuales serían?

AJG: Un factor que emerge como preocupante transversalmente en el estudio y que amerita mayor atención es el del tiempo escolar. En Argentina, la discusión de este tema se limita al cumplimiento de la legislación sobre los 180 días de clase y la extensión de la jornada escolar. Sin embargo, lo que nos advierte PISA es que, al menos entre los alumnos argentinos de 15 años, uno de cada dos llega tarde a la escuela, cuatro de cada 10 falta a la escuela frecuentemente, uno de cada cuatro asiste a una escuela donde los docentes llegan tarde, y seis de cada 10 van a una escuela donde los docentes faltan. Es decir, mientras nos enfocamos en expandir el tiempo escolar formalmente, observamos que no se está aprovechando el tiempo escolar con el que se cuenta actualmente. (Y esto obviamente no contempla el tiempo que se pierde en tareas no-pedagógicas aún cuando los alumnos y los docentes están presentes. Un estudio regional del Banco Mundial revela que un alto porcentaje del tiempo de clase se dedica a tareas administrativas, a manejo del comportamiento estudiantil, u otras no relacionadas al aprendizaje.)

El otro factor en el que Argentina emerge claramente como un caso atípico, sino singular, es la administración y el uso de evaluaciones estudiantiles. Sólo 1 de cada 3 jóvenes de 15 años argentinos asisten a una escuela que se somete a evaluaciones externas y solamente 1 de cada 10 está en una escuela que divulga los resultados de pruebas estudiantiles públicamente o los usa para compararse con otras escuelas. Esto no es accidental. Como vengo diciendo desde el IV Foro para la Calidad Educativa de Proyecto Educar 2050, Argentina tiene no una, sino varios obstáculos legales a la transparencia en la divulgación de los resultados de las pruebas estudiantiles, incluyendo el artículo 97 de la Ley de Educación Nacional, el artículo 10 de la Ley 17.622, el artículo 14 del Decreto 3110/70, y el artículo 14 de la Disposición del INDEC No. 176/99. Mientras Brasil, Chile y México ofrecen oportunidades a los padres para comparar el desempeño de sus alumnos con sus pares de la escuela, de su distrito escolar, y del país, en Argentina esto se prohíbe activamente desde el gobierno. Aplaudo una iniciativa reciente en la Ciudad de Buenos Aires que devuelve reportes de desempeño estudiantil a los padres, si bien no logra violar la normativa para permitirle a los padres de todos los niveles socio-económicos saber qué escuelas obtienen mejores resultados en las pruebas de esta jurisdicción.

AF: ¿Cuál ha sido la respuesta al estudio?  Creen que la sociedad Argentina está tomando conciencia del problema de la baja calidad educativa?

MAT: La sociedad argentina está más atenta a los problemas educativos. Lo demuestran las publicaciones en los diarios, los programas radiales y televisivos. El estudio ha tenido impacto pero la verdad es que mucho más impacto tienen las modelos y sus historias de amor o el seleccionado de fútbol. Por eso que la sociedad esté más atenta no significa que sea una prioridad. Pese a que la ley argentina así lo exige, la Educación no es «prioridad nacional» y los políticos y sus campañas contribuyen a que no lo sea. Desde la conferencia Educar 2050 este año, nos juntaremos con más de 60 organizaciones en la «Semana de la Educación 2014» del 7 al 13 de septiembre próximo para reclamar a los candidatos presidenciales 2015 liderazgo en educación que se traduzca en un plan de calidad educativa concreto y advirtiendo que quien no lo tenga, no contará con nuestro voto.

AF: Se aproxima un año electoral en Argentina.  Qué metas les propondrían a los candidatos presidenciales?

MAT: En el marco de lo comentado en la pregunta anterior hay dos cosas que se debe proponer y reclamar a los candidatos: que se cumpla la ley y liderazgo por un cambio copernicano en el seguimiento de la calidad educativa. La Argentina cuenta con una Ley Nacional de Educación del año 2006. Esa ley puede requerir de ajustes pero lo primordial es que se cumplan sus obligaciones en materia de equidad, igualdad y calidad. En tal sentido el nuevo presidente debiera liderar e impulsar el seguimiento de metas educativas a alcanzar que en el marco de las nuevas investigaciones de las neurociencias y de las nuevas tecnologías en el aula, contemplen mediciones de calidad y seguimiento en: a) las necesidades de la primera infancia y del nivel inicial, b) exigencia de aprendizajes mínimos en primaria, c) modificaciones al secundario que aseguren entornos de aprendizaje para la formación de criterios y una tasa de egreso del cien por cien; d) una nueva relación con los docentes que contemple un buen salario y jerarquización profesional, acuerdos para la estabilidad que impidan las huelgas y perdidas de días de clase, incentivos y un monitoreo de resultados, y e) una agresivo plan de mejoras a las escuelas en comunidades mas necesitadas.


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