
What Does the Future Hold for Venezuela?
What do the election results mean for President Nicolás Maduro and his grip on the presidency?
Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, conversó con Juan Carlos Iragorri de El Washington Post Podcast sobre si Colombia, Brasil y otros países girarán a la izquierda igual que Chile.
Pregunta (P): ¿Es el triunfo de Boric la antesala de un giro politico en los gobiernos de Costa Rica, Colombia y Brasil, es valida esa teoría?
Respuesta (R): “Hay una tentación en interpretar el triunfo de Boric en Chile como el inicio de una ola de gobiernos de izquierda. Me parece que esa apreciación es bastante prematura en recaída hay distintos caminos y direcciones que la región puede tomar. El principal patrón son los votos de castigo, si los gobiernos no producen resultado y no escuchan a las necesidades de la gente, perderán el poder. Este es el principal valor de la democracia, la cual continua manteniéndose en la mayoría de los países latinoamericanos. Hemos visto una alternancia de poder dado a que es muy difícil gobernar, hay muchas expectativas por parte de los ciudadanos y poca capacidad para responder por parte del Estado.”
“En estos momento hay que ver a Boric como un fenómeno muy particular debido a las circunstancias nacionales. Boric fue líder estudiantil hace diez años y hay que vincular lo que ocurrió en esta elecciones con la explosión social en el 2019 en la cual se vio una demanda muy fuerte sobre el tema de tensiones en el area de educación, salud y demás. Boric representa una nueva generación y eso lo distingue de otros líderes de la llamada izquierda de América Latina.”
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What do the election results mean for President Nicolás Maduro and his grip on the presidency?
An economic and humanitarian crisis, precipitated by the Maduro regime, has brought Venezuela to the brink of collapse.
Next year, critical elections in Latin America’s three most populous countries—Colombia, Mexico and Brazil—are likely to reveal a distemper stemming from citizen disgust with a mix of corruption scandals, mediocre economies, unremitting violence and a largely discredited political class. All three presidential contests are wide open and ripe for anti-establishment challengers.