Prosecuciones de corrupción en las Americas: una perspectiva comparativa

Leonie Rauls / Inter-American Dialogue

El 5 de febrero del presente año, el Diálogo Interamericano junto al Banco Interamericano de Desarrollo presentaron el evento Corruption Prosecutions in the Americas: A Comparative Analysis. Los panelistas del evento fueron Rodrigo Janot, ex Procurador General brasileño desde 2013 a 2017; José Ugaz, ex Procurador Ad-Hoc de Perú; Claudia Paz, ex Procuradora General de Guatemala; y Kevin Gras, ex-abogado del unidad del Foreign Corrupt Practices Act del Departamento de Justicia de Estados Unidos como comentadores. El moderador del evento fue Michael Camilleri, director del programa Peter D. Bell de estado de derecho del Diálogo Interamericano.

El evento marcó el inicio de una serie de eventos que realizará el Diálogo junto al BID en los que se reunirán expertos en los temas de anticorrupción, transparencia e integridad para analizar y buscar soluciones a estos problemas que se presentan en América Latina y el Caribe. La discusión de este primer evento estuvo centrada alrededor del desarrollo de las investigaciones y acusaciones de corrupción del caso de Odebrecht en 10 países de América Latina después de que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos reveló el reporte sobre el caso en diciembre del 2016.  

El ex Procurador General de Perú, José Ugaz, quien abrió la discusión, remarcó que la corrupción en Latinoamérica debe ser entendida como “un problema sistémico, enquistado en las estructuras de nuestros estados” que se ha normalizado al punto que, generalmente, queda impune. Ugaz continuó categorizando a los países de América Latina en términos de avances (alto, medio y bajo) de las investigaciones y acusaciones del caso Odebrecht. Por su lado, Roberto Janot se centró en el caso de Brasil, enfatizando la importancia de la colaboración y facilitación de herramientas de investigación por parte del Departamento de Justicia estadounidense durante el caso Lava Jato en Brasil. El ex procurador general brasileño mencionó los dos factores fundamentales en las investigaciones: las capacitaciones de funcionarios públicos y el uso de tecnologías en el proceso de investigación. Claudia Paz también enfocó sus comentarios en el caso de Guatemala. Sus comentarios abordaron la importancia de la colaboración internacional. En Guatemala, la llegada de la CICIG transformó la estructura de impunidad brindando herramientas para combatir la corrupción. Por último, Kevin Gingras compartió su experiencia en el Departamento de Justicia y la colaboración con otros países en estas investigaciones. Gingras enfatizó la importancia que los Estados Unidos dan al fortalecimiento de las alianzas entre estados para permitir la colaboración de investigaciones de estos tipos de casos.

Durante las diferentes intervenciones hubo temas recurrentes en común: todos los panelistas realzaron la importancia de la cooperación internacional, voluntad política y la independencia de un ministerio público y de juristas para el nivel de éxito de las investigaciones y prosecuciones de corrupción. El desarrollo de las investigaciones depende en gran medida de la existencia de estos factores.

Ciertos países han tenido éxitos tras retrocesos en las investigaciones por falta de alguna de estas condiciones, como es el caso Colombia y Argentina. En Colombia, por ejemplo, la complicación no es necesariamente la independencia de una fiscalía, sino la dudosa transparencia del Fiscal General en las investigaciones del caso Odebrecht. Y en Argentina, se espera la colaboración del gobierno brasileño para continuar con las investigaciones.

En otros países hay aún menos de las condiciones necesarias, lo que lleva a más dificultades.

En el caso de México, las pronunciaciones de López Obrador sobre el caso dan mucho que decir sobre la voluntad de sacar esta información a la luz. A esa falta de voluntad política se le suma la falta de independencia de una Fiscalía. En Venezuela, los obstáculos a las investigaciones son muy claros: el mayor acusado por corrupción en Venezuela, Nicolás Maduro, es quien tiene control sobre el país. Los fiscales que se han atrevido a acusar a Maduro han sido destituidos y/o han tenido que huir del país. En este caso, no sólo hay falta de voluntad política y de independencia de una Fiscalía, también a eso se le suma la inhabilidad de la comunidad internacional de cooperar con un gobierno represivo.

Guatemala es ejemplo de un país en el cual la intervención de la comunidad internacional fue esencial para restaurar el estado de derecho. Para el desarrollo de las investigaciones fue fundamental la colaboración con las Naciones Unidas para crear la CICIG. Tal organización ha liderado investigaciones contra altos funcionarios entre los que se encuentra el expresidente Otto Pérez Molina y el actual presidente de Guatemala. Aun así, el desarrollo ejemplar se está viendo amenazado por el presidente guatemalteco Jimmy Morales quien terminó el tratado con las Naciones Unidas que permitía a las investigaciones de CICIG. Los investigadores de la CICIG salieron del país y aún se desconoce qué pasará con el ejemplar desarrollo de las investigaciones en Guatemala.

Así como nuestros panelistas mencionaron, la corrupción en los países de América Latina es un factor sistémico, por lo tanto, necesitamos no solo un organismo con la independencia para investigar, también se necesita un gobierno y una sociedad que exija y permita el desarrollo de las investigaciones. Además, en un caso de corrupción de esta escala, las investigaciones no se pueden limitar a los datos que se puedan conseguir a nivel nacional, se necesita colaboración entre los diferentes países para tener la imagen entera de este esquema. Nuestra mayor esperanza es que los países de América Latina entiendan la importancia de estos factores en el desarrollo de las investigaciones y los hagan parte de un nuevo sistema de no impunidad.

Vea el evento completo aquí:


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