8 En Punto / Teleprensa 33
Margaret Myers, directora del programa de Asia y América Latina del Diálogo Interamericano, conversó con el program 8 En Punto del canal salvadoreño Teleprensa 33. En esta entrevista se habló acerca de las relaciones entre China y América Latina y la experiencia de países que han pactado acuerdos de cooperación con este país asiático.
"China tiene intereses en invertir en algunos puertos y en otros proyectos de infraestructura que tendrían una potencial aplicación estratégica en el caso de un conflicto militar entre Estados Unidos y China".
"A China no le importa tanto el tipo de gobierno que existe en el país. Se puede tratar de un gobierno democrático que respete los derechos humanos o un gobierno autoritario. (...)"
"Al involucrase, China no tiene un claro interés de cambiar las políticas de estos gobiernos. En muchos casos China escucha y sigue los intereses de los lideres en cualquier país. Si un líder tiene un interés en un proyecto de infraestructura, el gobierno Chino ha sabido apoyar esos proyectos. Esto es algo bueno para algunos países que...tienen dificultades en atraer financiamiento por parte de instituciones internacionales. Pero, también puede ser un problema dado a que no hay interés en mantener un cierto respeto en materia de derechos humanos y de calidad de instituciones democráticas".
En un contexto internacional cada vez más afectado por el pulso que libran Estados Unidos y China, América Latina debe replantear la forma en que se están abordando las estrategias para reducir la desigualdad, flagelo de la mayoría de las economías. Michael Shifter recalcó, en diálogo con EL TIEMPO, que uno de los factores claves en este aspecto es revisar el papel y la calidad de la educación.
El presidente del Diálogo Interamericano habla del panorama de América Latina y de la importancia de cambiar las prioridades de inversión.
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En esta entrevista con NTN24, Margaret Myers habló sobre el rol crucial de China en el combate del coronavirus en Latinoamérica, así como la “diplomacia de mascarillas” o “mask diplomacy” impulsada por este país.
