“La OEA no va a invocar la Carta Democrática”

Flickr / Luis Robayo / CC BY-NC-ND 2.0

Michael Shifter, director de la ONG Diálogo Interamericano y uno de los más agudos analistas de la realidad política latinoamericana no cree que los gobiernos que integran la OEA vayan a aceptar invocar la Carta Democrática –como lo ha insinuado el secretario general del organismo, Luis Almagro– contra Venezuela, porque temen que activar este mecanismo pueda afectarlos a ellos mismos en un futuro.

Piensa, además, que la única salida a esta crisis pasa por que haya un diálogo entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición. Así lo dijo en entrevista con EL TIEMPO:
 

Ya se habla de una crisis humanitaria en Venezuela, ¿cómo se ven las cosas desde Washington?

Sin duda estamos ante la peor crisis humanitaria de las Américas, fuera de Haití. El sistema de salud está colapsado, faltan medicinas y productos básicos, la violencia y el crimen están fuera de control, y la crisis energética continúa.

El presidente Maduro no parece tener la capacidad ni la intención de resolver el desastre, y es innegable que su gobierno autoritario está a la deriva.

Estados Unidos ve la situación con suma preocupación, por sus potenciales consecuencias para la estabilidad democrática en el hemisferio.

¿Cuál cree que debe ser el rol de la comunidad internacional?

Aunque sea poco probable, la comunidad internacional debe promover un diálogo entre el Gobierno y la oposición, porque esa es la única forma de que Venezuela salga de esta crisis de forma pacífica.

En segundo lugar, debe mantener la presión sobre Maduro para que respete los derechos humanos y la democracia y descarte cualquier intento de usar la fuerza contra la oposición.

¿Qué piensa de la dura carta del secretario general Luis Almagro al presidente Maduro, donde lo llama traidor y dictadorzuelo, y la respuesta hasta ahora de foros multilaterales como la OEA?

El Secretario General dijo lo que muchos piensan, pero no creo que sus declaraciones tengan efectos prácticos. Los países miembros de la OEA no van a aceptar invocar la cláusula democrática como lo pidió la Asamblea venezolana. Se trata de un proceso político, y muchos gobiernos no están dispuestos a sentar un precedente que pueda afectarlos en el futuro.

Artículo Completo en El Tiempo 


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