El G20 no cumplirá las expectativas, pero no todo está perdido

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Casa Rosada / Wikimedia / CC BY 2.5 AR

WASHINGTON — Para América Latina, la cumbre del G20, que inicia esta semana en Buenos Aires, tenía que ser motivo de celebración.

Este será el primer encuentro anual de las veinte principales potencias del mundo en Sudamérica y para muchos su significado estaba destinado a superar las expectativas. El anfitrión, el presidente argentino Mauricio Macri, esperaba pregonar sobre la transformación económica de su país y la continuación de su apertura global. Tras las elecciones presidenciales en los otros dos países miembro latinoamericanos del G20, Brasil y México, el evento prometía traer una nueva energía, una muestra de que América Latina puede ayudar a definir la conversación global. La cita de Buenos Aires incluso será el primer y tan esperado viaje de Donald Trump a América Latina como presidente, después de haberse saltado la Cumbre de las Américas de abril.

Sin embargo, en vísperas del encuentro, todo indica que esas expectativas no serán cumplidas. Los intentos de Macri de impulsar una economía moribunda en Argentina, limitados por fuertes tensiones políticas y factores externos negativos, han desilusionado. Sus esfuerzos por atraer nuevas inversiones han ganado poco terreno en un mundo en el que el proteccionismo y el antiglobalismo están de moda. El Fondo Monetario Internacional (FMI) predice que la economía argentina se contraerá este año y el próximo, con una inflación que sobrepasa el 40 por ciento. Es casi seguro que Macri enfrentará una dura contienda para su reelección el próximo año.

Entretanto, las relaciones hemisféricas se han ido deteriorando considerablemente en los últimos dos años. En el trato con sus vecinos al sur, el gobierno de Donald Trump ha estado mayormente ausente y ha actuado de forma desorganizada. Los pocos acercamientos de Trump se han centrado casi exclusivamente en los temas de seguridad, inmigración y en la confrontación con líderes autoritarios de izquierda en Venezuela, Cuba y Nicaragua.

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