El futuro de educación en América Latina y el Caribe

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En las últimas dos décadas, el acceso a la educación se ha expandido significativamente en América Latina y el Caribe. Sin embargo la calidad y relevancia educativas siguen siendo muy bajas en todos los niveles. Los estudiantes de ALC tienen un desempeño consistentemente más bajo que el de sus pares en otros países con niveles similares de ingresos, y las tasas de deserción y repetición siguen siendo altas en la mayoría de los países. En general, la ineficiencia y los resultados desiguales plagan a todos niveles del sistema educacional en la región.

Además, la educación no ha mostrado responder adecuadamente a las demandas del mercado laboral. Sin la educación y el entrenamiento adecuados, una gran porción del capital humano en ALC permanece subdesarrollado, lo cual contribuye al lento crecimiento económico y la baja productividad en la región. Más de la mitad de la fuerza laboral en ALC trabaja actualmente en el sector informal, y el número de jóvenes que no trabajan ni estudian (los llamados “Ninis”) está en alza en muchos países. Por lo tanto, asegurar la calidad y la relevancia de las políticas educativas y sus resultados es crítico para garantizar los derechos humanos de los ciudadanos de la región, expandir el crecimiento económico y cerrar las brechas de oportunidad por todos los países.

Mientras la nueva administración estadounidense reexamina su relación con América Latina, el Caribe y el resto del mundo, hay oportunidades para incrementar la colaboración estratégica con la región con el propósito de fomentar ofertas educativas relevantes y de alta calidad para todos los estudiantes. Esto también tiene el potencial de abrir y expandir nuevos mercados y apoyar metas más amplias como el aumentar la seguridad, reducir a la violencia y contener la migración irregular desde y entre los países de ALC.

Este informe del Programa de Educación (en inglés) analiza los patrones y tendencias en las políticas y resultados educativos de la región, así como en las inversiones de cooperación y asistencia internacional. Además, el documento identifica posibles espacios de colaboración entre EEUU y ALC, y oportunidades para cooperaciones nuevas y continuas.

Recomendaciones clave:

  • Revisar la estrategia de inversión y cooperación estadounidense para alinearla con prioridades estratégicas y maximizar su impacto
    • Considerar necesidades, riesgos y oportunidades para determinar en qué, dónde y cómo invertir
    • Enfocar en áreas de intervención y países donde la asistencia puede tener el mayor impacto
  • Adaptar el enfoque de inversión en educación a ser basado en las estrategias explicitas de cooperación
    • Continuar colaborando directamente con comunidades y organizaciones locales para fortalecer las capacidades locales.
    • Expandir la inversión y su alcance para incluir a más actores al nivel institucional y sistémico.
  • Definir un nicho de trabajo y seguir diferenciándose de otras agencias
    • Aumentar el enfoque programático en desarrollo de habilidades y fuerza laboral.
    • Buscar oportunidades con una gama más amplia de países y apalancar los compromisos e intereses compartidos de otros actores (ej. de otras agencias del gobierno y del sector privado).

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