El cómo de las reformas educativas — una conversación con ex ministros

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Main Photo: Rainer Stropek / Flickr / CC 2.0 / Adaptation Blue Wash

El 3 de agosto, el programa de Educación del Diálogo Interamericano convocó un seminario virtual para reflexionar sobre los procesos que llevan a las reformas educativas de la teoría a la práctica. El evento se centró en cómo aprobar e implementar reformas sustantivas y duraderas que eleven la calidad educativa en medio de un paisaje político diverso y cambiante.

Este encuentro digital contó con la participación de Gabriel Sánchez Zinny, ex ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires y autor de Educación: lo que no nos cuentan, y Adriana Delpiano, ex ministra de Educación de Chile, quienes conversaron con Ariel Fiszbein, director del programa de Educación del Diálogo Interamericano, sobre sus experiencias implementando reformas educativas. El encuentro contó con la asistencia de 100 participantes.

En el mundo de los expertos en políticas educativas las discusiones tienden a centrarse en los contenidos de las reformas, sin enfatizar los procesos que hacen posible que se conviertan en realidad. En el sector educativo, las constantes tensiones entre teoría y práctica generan retos complejos que requieren soluciones comprensivas, efectivas y viables.

Los panelistas concordaron en la importancia de la información actualizada para tomar decisiones que respondan a la realidad de las comunidades en cuestión. Como ex ministro de una de las provincias más pobladas de Argentina, con aproximadamente 18,000 escuelas y la mitad de la matrícula nacional, Sánchez Zinny recalcó la importancia de basar las decisiones sobre reformas de calidad en evidencia. Adriana Delpiano, quien estuvo a cargo de una ambiciosa reforma nacional, señaló los nexos entre la inequidad social y la brecha en la calidad educativa, priorizando el fortalecimiento de los sistemas de información para distribuir los recursos de la manera más efectiva. Delpiano habló del valor de la evidencia para determinar las mejores prácticas, reconocer errores, y asegurar la continuidad de las reformas educativas más allá de cambios partidarios. Sánchez Zinny no solamente estuvo de acuerdo, sino que agregó que un sistema de información obsoleto representa una enorme carga administrativa para docentes y directivos. Nominalizar bases de datos dispersas permite cruzar información clave con resultados de aprendizaje para asignar recursos, invertir en infraestructura, capacitar docentes y otorgar licencias médicas y jubilaciones, entre otras cosas.

Ambos expertos coincidieron en que además de información veraz, se requiere de colaboración entre distintas entes gubernamentales para asegurar que las reformas educativas no solamente se proyecten, sino que se implementen. Para Delpiano, esta realidad fue particularmente notoria, puesto que el gobierno chileno no solo avanzó la reforma educativa a través de una serie de leyes, sino que, en colaboración con el Ministerio de Hacienda, se benefició de una reforma tributaria que permitió un aumento significativo de los recursos disponibles para la educación.

A lo largo del seminario virtual, las preguntas del público se centraron en cómo navegar las implicaciones políticas de las reformas educativas, puesto que actores reticentes, tales como una clase política opuesta a reformas legales o un sector gremial indispuesto a ciertos cambios, suelen obstaculizar los procesos de aprobación e implementación.

Ambos exministros coincidieron en que, en muchas ocasiones, falta un sentido de urgencia en el debate educativo, por lo que es imperativo fomentar y sostener la demanda social por parte del electorado. Para Sánchez Zinny, la clave se encuentra en la incorporación de sectores gremiales y productivos, padres de familia, empresarios y directivos en dinámicas de diálogo constante. De acuerdo con Delpiano, aunque el diálogo y la cooperación con el sector gremial son necesarios para crear reformas sustantivas, es importante recordar que la condición laboral del profesorado no debe eclipsar la calidad de la educación. Sánchez Zinny habló sobre cómo mantener canales de comunicación abiertos y transparentes con docentes, directivos, gremios, empresarios, órganos de gobierno, padres de familia y organizaciones de sociedad civil, y cultivar la demanda social de la cual depende la voluntad política. Hacer de los propios ciudadanos actores claves que demanden mejoras en educación solo puede lograrse mediante la inclusión y el diálogo entre distintos grupos, no solamente representantes políticos. Impulsar reformas educativas ambiciosas sin escuchar las necesidades reales de las comunidades receptoras se transforma en un ejercicio retórico. “No hay que cansarse de hablar,” concluyó el autor de Educación: lo que no nos cuentan.

Para finalizar, los ex ministros reflexionaron sobre cómo llevar una relación constructiva con la prensa y otros sectores gubernamentales, equilibrando la necesidad de negociaciones políticas con la de políticas públicas de calidad. En este caso, Sánchez Zinny advirtió sobre los riesgos de distracción que conllevan las batallas mediáticas, alejando tanto al electorado como a los legisladores de la sustancia de las reformas educativas. Tanto Sánchez Zinny como Delpiano compartieron lo complejo que puede llegar a ser navegar un entorno altamente politizado y expresar objetivos de manera clara a distintos medios nacionales en búsqueda de titulares. Al concentrarse en objetivos y resultados que puedan calificarse y cuantificarse, la reforma educativa gana independencia y continuidad, elementos claves para separarla del cabildeo político.

VEA LA GARABACIÓN DEL EVENTO AQUÍ:

https://www.youtube.com/watch?v=twQuyHS3wo8&feature=youtu.be