La “Cumbre”, ¿el peor momento para la región?
¿Pueden los países verdaderamente democráticos asumir un liderazgo regional, con autoridad política y moral para plantear salidas a la corrupción?
Décadas después del regreso de la democracia en la sociedad latinoamericana, muchos se preocupan por la aparente desintegración de normas electorales y civiles en la región. Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica y co-chair del Diálogo Interamericano y César Montaño, rector de la Universidad Andina Simón Bolívar, hablan de la construcción de la democracia, y cómo la pandemia ha maximizado los problemas que existieron antes del año 2020.
COMENTARIOS DE LAURA CHINCHILLA:
Pregunta (P): ¿Qué es lo que más le preocupa de la democracia hoy en nuestros países?
Respuesta (R): "Me preocupa porque parecería que en los últimos años se están conjugando varios factores que están llevando a un deterioro democrático. Esto puede ser constatado cuando vemos informes dedicados al tema del estado de derecho, derechos humanos, libertad de expresión, y el respeto de la división que tiene que prevalecer entre poderes. De manera que sí, hay una preocupación muy grande porque vemos un deterioro bastante generalizado. Esto no es exclusivo a América Latina, es un fenómeno bastante global. Pero América Latina es una de las regiones en donde se esta experimentando un deterioramiento más acelerado."
P: Somos conscientes que, a la mejor, donde hay más derechos, también es necesario un estado diferente, más fuerte, más grande, pero al mismo tiempo no queremos más estado porque el mismo tiendo a sobreponerse a nuestra sociedad. Y recordemos también que, durante la pandemia, los estados nos han ayudado a frenar esta emergencia. ¿Como visualizamos el rol de los estados?
R: "No hay de menor duda que el estado, en el marco del manejo de crisis, se convierte en el referente fundamental para organizar las políticas públicas, respuestas inmediatas y para movilizar los recursos. Sin embargo, hablar de un estado efectivo, eficiente, eficaz, no necesariamente implica hablar de un estado grande. Hablo de un estado fuerte en el sentido de que habrá quizás algunas marcas regulatorias que habrá que fortalecer, pero sobre todo, se trata de pensar en un estado más estratégico, un estado que tenga más claro como asignar los recursos y donde establecer las prioridades. No necesariamente debería implicar más burocracia, ni más instituciones, pero límites al poder, controles jurisdiccionales y controles sociales como la prensa."
P: ¿Cuál es el rol de las universidades en el momento actual?
R: "El rol de las universidades y del todo el sistema educativo es lo más importante en cualquiera sociedad ya que están encargados de la formación de los ciudadanos de una nación. En momentos como este, cuando hablamos de los riesgos a la democracia, a veces se nos olvida que el pilar más fuerte es el pilar de la ciudadanía. Seguir formando ciudadanos con un criterio de responsabilidad con valores cívicos que sepan discriminar en este mundo abrumador de la información sería un gran aporte de las universidades."
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¿Pueden los países verdaderamente democráticos asumir un liderazgo regional, con autoridad política y moral para plantear salidas a la corrupción?
Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, participó en el programa Foro Interamericano de la Voz de América donde analizo con Gonzalo Abarca el estadio actual de la libertad de expresión y los avances y retrocesos de la región en materia de las relaciones entre la prensa y los gobiernos.
Nicaragua’s political crisis is torn between violence and anger of defensive misrule, and division within the opposition. It is a political battle full of contempt, criticism, and even manipulating reality. These actions are not atypical of Nicaragua, and they represent a very deep belief of our political culture: the government can only be administered by the perfect politician and each of us judges with moral superiority who is or is not worthy to be considered perfect.