Dejémonos de vainas

Woodrow Wilson Center Latin American Program

Hace algunos días, el presidente Solís estuvo por Washington. Le escuché hacer una presentación sobre la crisis migratoria en Centroamérica y otros muchos temas relacionados con Costa Rica. Vi a un hombre elocuente, claro en su análisis, firme en la mayoría de los temas, vacilante en otros, pero, en todo caso, razonable.

Fue generoso al reconocerles méritos a sus antecesores y, en general, dejó la imagen de que la política en el país se conduce con civilidad y sensatez. Todos los que estábamos en el auditorio quedamos bien impresionados. Debo decir que como costarricense me sentí orgulloso.

El asunto me dejó pensando, porque sentí que acababa de escuchar a alguien por quien no voté, pero con quien, casi con seguridad, estoy de acuerdo en un 95% de las cosas. Es, por cierto, la misma sensación que he tenido cuando he conversado con Rodolfo Piza y Rafael Ortiz o, de manera más predecible, con Oscar Arias y José María Figueres.

Artículo completo en La Nación 


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