Comunidades afrocolombianas y el posconflicto

Ben Raderstorf / Inter-American Dialogue

El proceso de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC ha registrado avances significativos en el último mes, y el fin del conflicto armado está cada vez más cerca. Hay un consenso amplio que el enfoque debe ser en las regiones más afectadas para que verdaderamente se logre la paz. Una de estas es la Región Pacífica, cuya población es mayoritariamente afrocolombiana y la cual ha padecido desproporcionalmente los estragos del conflicto armado. Para discutir la paz territorial y el rol y las expectativas de los afrocolombianos en el posconflicto, el Diálogo Interamericano invitó a Isaías Chalá, Óscar Gamboa y  Carlos Pérez a compartir sus impresiones del actual proceso.

El evento comenzó con comentarios de Michael Shifter, Presidente del Diálogo Interamericano, quien introdujo a Isaías Chalá, alcalde de Quibdó. El alcalde comenzó su intervención con algunos datos de Quibdó, una ciudad capital con 195,000 habitantes, de los cuales el 43% son personas en condiciones de desplazamiento, y donde el 99.6% del territorio es rural. “Aportamos al PIB nacional solo el 0.4%”, agregó Chalá. También resaltó que Quibdó tiene un  índice de desempleo del 20%, el más alto del país, por lo cual “es fundamental impulsar el desarrollo productivo para mejorar las condiciones de vida.” Enfatizó que la ciudad se viene preparando para el posconflicto, y que ha contado con un apoyo fundamental del presidente Santos para disminuir las brechas que existen. “Estamos buscando estrategias para que podamos mejorar las condiciones en las que nos encontramos”, recalcó el alcalde, destacando que vienen trabajando con diferentes organizaciones sociales.

Carlos Pérez, rector de la Universidad Santiago de Cali (USC), señaló que el 50% de la población en Cali es afrocolombiana. “El conflicto colombiano se ha visto concentrado en esta zona porque es zona de tránsito de la guerrilla”, manifestó Pérez, quien también realzó el derecho que deben tener las víctimas del conflicto a dejarlo en el pasado. Pérez destacó que Cali decidió apostar por la paz y que desde USC han promovido iniciativas que propician “condiciones para que desmovilizados de la guerrilla o el estado puedan capacitarse”. Esto es parte del plan de la universidad para generar aspectos de movilidad social y productividad de personas involucradas en el posconflicto. Adicionalmente, Pérez enfatizó que la universidad ha venido recogiendo experiencias de Alemania y Argentina para crear un museo en honor a las víctimas del conflicto.

El evento siguió con la intervención de Óscar Gamboa, director de AMUNAFRO, una organización de municipios y departamentos con poblaciones afrocolombianas importantes. Gamboa destacó los esfuerzos del presidente Santos, agregando que “lo apoyamos incondicionalmente en este propósito”. Para Gamboa, el fin de las negociaciones no debería ser simplemente lograr un acuerdo, sino una paz verdaderamente duradera. “Si nos equivocamos en la arquitectura del posconflicto, puede que no llegue la paz que necesitamos”, advirtió Gamboa, para quien esto podría suceder si no se logra un cambio estructural en las formas institucionales, políticas y sociales. Recalcó que el plan de AMUNAFRO se enfoca en esas tres dimensiones, pues se debe fortalecer la institucionalidad para “resistir la influencia de la ilegalidad, de la corrupción y de la ineficiencia en la gerencia pública.” En cuanto al desarrollo económico, Gamboa sostuvo que los territorios con poblaciones afrocolombianas “tienen mucha riqueza natural, pero poco desarrollo social”, por lo cual se debe promover un modelo económico local. “No puede haber paz con discriminación y explotación financiera”, aseguró Gamboa.  

Al ser preguntados por las expectativas de las comunidades afrocolombianas frente a la firma del acuerdo de paz, los panelistas señalaron que las expectativas son altas pero con algunas reservas. “Hay esperanza, pero también hay ansiedad”, recalcó Gamboa. Según Chalá, la gente del Pacífico “ve en el posconflicto una oportunidad de transformación social”, y Pérez advirtió que aunque los indígenas y los afrocolombianos ven una oportunidad de inclusión, “aquellos que han vivido de la guerra quieren mantenerse.”

Discutiendo los mecanismos para lograr la paz territorial, Chalá enfatizó que en Colombia se ha gobernado “a espaldas de la periferia” y que se deben socializar proyectos con las comunidades locales. Para Gamboa, se debe recuperar la confianza institucional para lograr la involucración ciudadana y reinventar el estado social, pues Colombia es muy centralista. “Si no hay corrupción y hay buena gerencia pública, tendremos ciudadanos activos que serán sujetos, y no objetos, del posconflicto”, agregó.

En cuanto al motivo de su visita a Washington, Gamboa aclaró que quieren mandar el mensaje que “desde la perspectiva de las poblaciones afro, apoyamos al presidente.” Otro objetivo de su visita es  declarar que más allá del nuevo plan de cooperación Paz Colombia, se necesita una mirada más integral. “La paz es de los territorios y si el enfoque social no se da allí, corremos el riesgo de repetir las acciones que crearon a las guerrillas”, Gamboa subrayó.

 


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