El estado de las políticas públicas docentes en El Salvador

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En El Salvador el día del maestro se celebra el 22 de junio, ocasión oportuna para reflexionar sobre la importancia de la docencia, una profesión fundamental para avanzar en el desarrollo integral de las personas y las sociedades. En ese contexto, el día veintitrés del mismo mes, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), bajo la coordinación del Programa de Educación del Diálogo Interamericano y con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, presentó el informe “El estado de las políticas públicas docentes en El Salvador”. Este esfuerzo forma parte de un proyecto regional que busca fortalecer la docencia para elevar la calidad de la educación. Informes similares también se han producido en Guatemala, Honduras y República Dominicana, con el propósito de contribuir a generar debates informados sobre las políticas docentes e invitar a la reflexión sobre cuáles aspectos de esta profesión deben reforzarse y cómo hacerlo.

La presentación del informe estuvo a cargo de la Dra. Helga Cuéllar-Marchelli, Directora del Departamento de Estudios Sociales de FUSADES y autora principal del informe. Seguidamente, el Ing. Carlos Canjura, Ministro de Educación, comentó algunos de los hallazgos más importantes y explicó su visión sobre cómo implementar las recomendaciones. Luego, se realizó un intercambio de ideas entre los ponentes y los cerca de sesenta y cinco representantes de gremios magisteriales, instituciones formadoras de docentes, organizaciones no gubernamentales, la Asamblea Legislativa y organismos de cooperación internacional, entre otros actores relevantes.

Al destacar los resultados del estudio, la Dra. Cuéllar-Marchelli explicó que al finalizar el conflicto armado que experimentó El Salvador en los años ochenta, se llevaron a cabo varios esfuerzos para revisar qué se esperaba de los docentes y los estudiantes, establecer un marco regulatorio que ordenara la formación inicial y definir criterios más estrictos para entrar a la docencia. Sin embargo, los avances han sido modestos en comparación con los desafíos de política pública que se deben atender. Entre estos se destaca la necesidad de establecer una estructura salarial e incentivos que verdaderamente ayuden a atraer, contratar y retener a maestros con comprobada capacidad y vocación para ejercer esta noble profesión. También es vital contar con un sistema de información y evaluación sólido que ayude a mejorar la práctica docente, y que facilite el diseño de mecanismos para estimular y reconocer el buen desempeño en las aulas y las escuelas.

“El informe es bastante coincidente con la realidad que vivimos en el país”, señaló el Ministro de Educación; quien, además, advirtió sobre la necesidad de renovar el compromiso de la sociedad con la educación sin ningún carácter político. Desde su punto de vista, un paso importante es superar la tensión entre el gobierno y los maestros que surgió en la década de los sesenta y se ha convertido en un verdadero “estropicio histórico”, el cual no permite trabajar conjuntamente por una educación de calidad. Por ende, es importante recuperar el tiempo perdido y comenzar a enfocar la atención en la formación de los maestros y su desarrollo profesional. La aspiración es conseguir que el sistema educativo se apoye en los maestros más talentosos, pero se debe saber cómo atraerlos porque “la realidad educativa solo camina con los maestros”. No obstante, según afirmó, para que puedan acordarse e implementarse políticas orientadas a dignificar al magisterio, lo esencial es tener un compromiso genuino por elevar la calidad de la educación de los niños y jóvenes del país.

Si bien es cierto que la publicación sobre “El estado de las políticas públicas docentes en El Salvador” se presentó en junio, esta fue compartida un mes antes con la Mesa Técnica de Docentes del Consejo Nacional de Educación. El consejo es una instancia de diálogo plural para alcanzar acuerdos nacionales sostenibles y cuenta con siete mesas de trabajo. En ese ámbito, el informe fue de mucha utilidad en tanto ayudó a comprender la problemática docente desde una perspectiva sistémica y facilitó la identificación de propuestas de solución concertadas. No obstante, la tarea de ponerlas en práctica requerirá de voluntad y recursos, más allá de un período de gobierno.

La expectativa es que el Informe de Seguimiento PREAL sobre las políticas públicas docentes en El Salvador se convierta en un documento de referencia y un aporte importante para enriquecer el debate calificado sobre este tema. Sin duda, a mayor conocimiento sobre el estado de la profesión docente, mayor será la capacidad para ser maestros en encontrar soluciones factibles que permitan elevar la calidad de la docencia y la educación en las escuelas. Como dice un proverbio chino, “quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro”.

 

 


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